miércoles, 25 de junio de 2014

Origen de la Hidroterapia (I parte)


El uso del agua fría, como medio higiénico y curativo, no es nuevo pues es grande el valor que todas las naciones le han dado en diversas épocas.

La hidroterapia se realiza en la antigua Grecia, siendo su máximo apogeo en el imperio romano, las aguas termales de Diocleciano y Trajano son mudos testigos de esto.
(Imagen de la reconstrucción de las Termas de Trajano)

En Grecia el uso del agua formaba parte de la adoración a Esculapio, el dios griego de la medicina de ahí que  los balnearios se denominasen asclepias. Eran lugar de peregrinación para muchos enfermos, que eran tratados por sacerdotes descendientes de Asclepio aplicando distintas técnicas hidroterápicas. Estos templos de curación se construían en zonas termales consideradas benditas por los dioses... la fe era la base de la curación.. La hidroterapia formaba parte de procedimientos corrientes de la población griega, con el fin de reestablecer la salud. Pitágoras recomendaba mucho a sus discípulos el uso de los baños fríos para fortificar el cuerpo y el talento. El gran Hipócrates o sea el padre de la medicina, que añadió las frotaciones en el baño frío, estaba acostumbrado a usar el agua en la curación de las enfermedades mas graves y fue el primero que con su genio profundo y observador notó que el uso del agua caliente enfriaba, mientras la fría calentaba. Galeno (129-199 dc) también aportó con las recomendaciones del uso del agua fría, así como sus indicaciones y contraindicaciones. Hipócrates y Galeno le dan un marco verdaderamente revolucionario a la medicina de esta época, dándole un perfil objetivo y sistemático a sus observaciones.
El empleo adecuado del agua era muy importante, pues tanto la técnica como la frecuencia eran esenciales para la curación. Una mala utilización podía ser perjudicial para el enfermo.

Durante ésta época las técnicas de aplicación eran muy variadas: chorros, baños de vapor, compresas húmedas calientes, aplicaciones de barro y fango, todas ellas utilizadas hoy en día en los más modernos balnearios.
En Roma, el emperador Cesar augusto fue curado de una enfermedad grave por el esclavo Antonio Musa. De esta forma por orden del mismo, se construyó instalaciones de baños públicos (balneoterapia), para de esta forma los ciudadanos gocen de la salud preventiva.

(Imagen de las Termas de Caracala)
Esta época se caracteriza por la existencia de termas publicas en casi todas las grandes ciudades, destacando las extraordinarias construcciones arquitectónicas que las albergaban.

Al igual que su imperio, la cultura termal fue extendiéndose por toda Europa, llegando hasta Galicia, lugar en el que los romanos encontraron un paraíso termal.
Haciendo referencia a alguno de los escritores más importantes de la época, nos encontramos con Plinio. En su libro 'Historia Natural' hace referencia a manantiales ferruginosos, describiendo su sabor y sus características curativas. Vitrubio dividió las fuentes en sulfurosas, aluminosas, saladas y bituminosas y también decía que todas las fuentes de agua caliente tenían virtudes medicinales otorgadas por la tierra, que calentaba el agua cocinando los minerales y dándole una nueva fuerza distinta a la normal.

Las técnicas hidroterápicas eran similares a las griegas, buscando el equilibrio del cuerpo que estaba alterado causando la enfermedad, Las aplicaciones más comunes eran para dolores reumáticos, aguas que curaban los ojos o que limpiaban las vísceras.

Los macedonios creían que el agua caliente era muy enervante y así es que prescribían a sus mujeres se lavasen con agua fría después de paridas.

Carlomagno, sabedor de la salubridad de los mismos baños animaba a todos los de su imperio al uso de ellos e introdujo en la corte por vía de diversión la costumbre de nadar. 


En la Edad Media, el Islam consideraba la hidroterapia como algo prestigioso, Mahoma le daba mucha importancia a la higiene y los cuidados corporales a través del agua. Rhazes y sobre todo Avicena (en el canon de la medicina), considerado el mayor medico de lengua árabe, desarrollaron la hidroterapia como técnica de aplicación en forma de baños, bebidas y aplicaciones locales en quemaduras, viruela y hemorragias.

La hidroterapia cae en el olvido en la Europa cristiana se da un paso atrás, se abandona el culto al cuerpo y a la higiene, y los conocimientos adquiridos en todos estos años atrás son encerrados en los monasterios y olvidados.

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